Zaragoza también es una ciudad de
misterios. Una madrugada del 27 de septiembre de 1934, en una casa de
una calle cualquiera de la ciudad, comenzaron a oirse unas risotadas,
que despertaron sobresaltados a los vecinos del inmueble. El fenómeno
se repitió tres o cuatro dias y luego cesó. Los hechos pasaron al
olvido, hasta que, a mediados de noviembre, en la misma casa, una voz
habló en la cocina al ama de llaves de la vivienda. La voz procedia
de una chimenea de tiro. Se denunciaron los hechos a la policia, se
investigaron, incluso se levantó el suelo de la cocina, en busca de
una explicación, pero no se encontró absolutamente nada. El propio
Gobernador de Zaragoza fue testigo directo de las voces. El suceso
llegó a ser de tal dimensión que incluso el propio diario inglés
“The Times” se hizo eco de los hechos.
Un arquitecto y varios operarios
trabajaron en la finca, removiendo todo el piso, incluso el tejado,
pero todo fue en vamos. Mientras tanto, el duende seguía hablando:
“Ya estoy aqui”. “Cobardes, cobardes”, eran algunas de sus
frases. Incluso llegó a mantener una conversación con los policias,
a los que manifestó que nada quería, porque no era un hombre.
Algunos videntes de la zona se
presentaron en el inmueble, para intentar hablar con el duende. Una
de las espiritistas más conocidas de Aragon por aquellos tiempos se
presentó en Zaragoza, y preparó, en un piso cercano, una sesión de
espiritismo, para contactar con el duende. Con el grupo reunido en un
cuartucho oscuro, a la luz de las velas y cerca de la medianoche, la
mediun se concentró, para contactar con la entidad. al poco rato
abrió los ojos, y de su boca surgió una voz varonil y desagradable,
que farfulló algo ininteligible. En ese mismo momento la mujer
sufrió un colapso y falleció en el acto.
Finalmente, en diciembre de 1934, el
duende desapareció, diciendo, la ultima vez que habló, que iba a
matar a todos los cobardes habitantes de esa maldita casa. El informe
oficial concluyó que la voz se debia a un fenomeno psiquico que solo
se producía en determinadas circunstancias. No se encontró
responsable alguno de los hechos. La casa fue finalmente derruia,
pero hoy en dia, en el lugar donde estaba el antiguo edificio en el
que se vivieron los hechos existe un bloque de apartamentos que se
llama “Edificio duende”.
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