Definitivamente se ha acabado el verano en Aragon. Y, al acabarse el verano, llegan las Fiestas del Pilar, con los primeros frios. Momento de reencontrarse con familia y amigos y disfrutar de las Fiestas antes de que llegue el momento de hibernar, estado que, en el reino del viento, suele prolongarse mas de lo necesario. Pero esta semana no es momento de pensar en ese cierzo que mas que limpiar las mentes las congela. Es momento, como decia, de disfrutar. Ha sido un fin de semana intenso para este maño, con un comienzo divertido, como es siempre un concierto de los Mojinos Escozios, rockeros de casta, con una estetica y un sentido del humor solo igualables, por lo escatologico, con el gran Torrente.
El sabado, mientras la gran actriz Luisa Gavasa llamaba, en el Pregon de las Fiestas, a abrir las puertas y los corazones a los demas, reflejando perfectamente uno de los rasgos esenciales de los maños, como es la hospitalidad y la generosidad, y mientras nuestro nunca lo bastantemente ponderado Ayuntamiento tenia a bien otorgar a titulo postumo la distincion de hijo predilecto de la ciudad a alguien por el hecho de haber acosado durante meses en su propia casa a una politica que tambien, mire Vd., es zaragozana, hechos por los cuales fue condenado por la justicia, muchos miles de zaragozanos disfrutabamos de un concierto musical unico, al menos para los que ya peinamos canas, eso si hay algo que peinar. El espectaculo se llama "We love cassette", y reunio a tres grupos musicales españoles miticos, al menos para los cuarentolescentes y cincuentañeros que alli estabamos: La Union, Hombres G y Nacha Pop.
Mas alla de la musica, que no fue poco, en un espectacular concierto, que comenzo con la elegancia de Rafa Sanchez, el Brian Ferry español, y siguio con el pop rock divertido pero tambien cañero de Hombres G, el evento sirvio para ver a viejos amigos, a algunos de los cuales no veiamos personalmente desde hace muchos años, y para darnos cuenta de que, auunque los años pasen, los corazones siguen siendo lo mismos. Resultaba hasta enternecedor ver a la gente con sus mejores galas, a los chicos engominados y a las chicas maquilladas, igual que cuando hace treinta años compartiamos pista de baile en las discotecas de moda de la ciudad, incluso con los mismos gestos que entonces. Y es en ese momento cuando tambien te das cuenta de que, aunque parezca que era ayer cuando jugabamos al futbol en el recreo del colegio, han pasado treinta años y buena parte de nuestras vidas, y llegas a la conclusion de que la vida es un suspiro, y hay que cazarlo al vuelo, porque si no lo haces se te escapa entre los dedos, y cuando quieras habra muchas cosas que ya no podras hacer, porque ya ha pasado el momento.
Pero las Fiestas no son momento para melancolia, aunque no es malo, cuando se disfruta, recordar tambien el pasado, y recordar tambien a aquellos con los que alguna vez disfrutamos, y ya no lo podremos hacer. Hay que sacar la ropa de baturro, encargar las flores para la Virgen, llenar la bota y preparar el chorizo y la longaniza, que el miercoles es el dia grande, el dia del Pilar. El dia en el que madrugaremos, para vestirnos sin prisa, para ir andando hasta el punto donde habremos quedado Cristina, Maria Jose, Luis y yo, y disfrutaremos de esa procesion inigualable, como todos los años, con nuestros hijos, si quieren y se levantan a tiempo despues de una noche de juerga, segun lo que permita la edad de cada uno de ellos. Y una vez que hayan pasado esas tres horas de procesion que, como siempre, se nos haran minutos, quedaremos con el resto de las familias, para disfrutar de un aperitivo, de una buena comida o de ambas cosas. De eso se tratan las Fiestas, de olvidarnos un poco de las obligaciones del dia a dia, y disfrutar de los amigos, de la familia y de las cosas que nos gustan, que la vida son dos momentos y uno nos lo pasamos durmiendo. Hasta la semana que viene.
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